| El conservadurismo de la izquierda sistémica Después de los hechos ocurridos el 20 de octubre del 2008, de los cuales no haré referencia, porque ya de todos es sabido lo ahí ocurrido; haré referencia en ésta oportunidad a algo más importante aún: Hablare sobre la discusión y debate sobre la izquierda en Guatemala, a raíz, del accionar infame e infantil que un grupo de jóvenes, en un error de calculo, que cada vez se hace permanente y recurrente propicio. Creo que es importante entender que el problema de raíz no está en si el gobierno intento robarle los iconos de la revolución y de la lucha estudiantil a los grupos de izquierda conservadora como muy bien los clasifica un amigo a quien respeto. O si, fue un exceso de confianza del gobierno, error de calculo político (un análisis muy simple para la situación) o hacer un intento desesperado por convertir el accionar de un grupo analfabeto político que grito a la saciedad consignas, más panfleteras que ideológicas, en un hecho épico, de una parafernalia desmedida; algo que una pluma muy hábil intento darle al hecho protervo en mención. El problema de raíz en esta situación es analizar a algunos grupos que se autodenominan de izquierda, que utilizan un discurso antisistémico y se convierten en grupos reproductores del mismo sistema. El sistema necesita de estos grupos para poder reproducirse y poder legitimarse. Estos grupos petit de revolucionarios sistémicos se convierten en pequeños clubs que no intentan por ninguna forma, hacer suyas las necesidades de los pueblos e intentar cambiar la situación de éstos, romper paso a paso algunas formas que legitiman al sistema. Estos se convierten en grupos que no convencen, no aglutinan y no cuentan con la simpatía del pueblo, auque griten en todas las oportunidades que tengan, vociferen a galio partido, que levantan las reivindicaciones de los más desposeídos, los nadies, los ninguneados, no logran la simpatía de estos. Por consiguiente, estos grupos de izquierda al no abrir la mente e intentar entender que solo desde el grito, que solo desde la oposición a todo y todos, lo único que logran es convertirse en una amenaza al movimiento de izquierda; de los que sí, realmente queremos y luchamos día a día en dar nuestro aporte a cambiar el sistema en nuestro país. Aunque sabemos que estos esfuerzos muchas veces hacen menos ruido que el grito. Con esto no estoy demeritando el efecto que tiene y ha tenido el grito en la historia del movimiento de izquierda progresista en nuestro país, pero no visualizo al grito en sí, como un todo de la lucha, sino como una de las tantas herramientas que podemos utilizar. En Latinoamérica tenemos ejemplos claros de movimientos de izquierda que logran realmente hacerse parte del pueblo, logrando así, que el pueblo vea al movimiento como un grupo de personas que ideológicamente convencen, programáticamente rompen modelos y partidariamente enamoran a la población. Esto se logra claro está, en democracias mucho más estructuradas que la nuestra, en nuestro país necesitamos consolidar los espacios democráticos de izquierda, abrir los espacios de participación en las estructuras organizativas del movimiento, salir de las trincheras erráticas, de grupúsculos inoperantes y mezclarse realmente con el pueblo, dar participación a este en el planteamiento de las soluciones y que se hagan parte de la lucha. Estos son sueños que tenemos y que estamos buscando la forma de implementarla, cueste lo que cueste, muchos dirán, pero estos son sueños y ahí se quedan, pero para argumentar al respecto cito a Eduardo Galeano, "la carta de los derechos humanos no contempla el derecho humano a soñar, siendo este uno de los más importantes porque es el que realmente caracteriza al ser humano, exijamos el derecho a soñar" cada pequeño paso que damos es un pedacito del sueño que hacemos realidad. Querer cambiar el sistema es una tarea difícil, reproducir el sistema desde la obstrucción a todo es muy fácil. Hay ciertos errores que se arrastran de la forma como la izquierda planteo su estrategia en el marco de la guerra fría como la concepción del vanguardismo, el cual expone muy bien Marta Harnecker "Una de las actitudes más negativas de la izquierda marxista latinoamericana y caribeña fue la de autoproclamarse "la vanguardia" del proceso revolucionario y muchas de ellas "la vanguardia de la clase obrera", aunque esta clase fuera casi inexistente en algunos de esos países. Aceptar que las otras organizaciones eran tan o más revolucionarias que ellos y aceptar la posibilidad de una conducción compartida era algo casi impensable durante mucho tiempo." Otro de los grandes errores que se comenten aún, en estos grupos, es el extremo uso y abuso del subjetivismo en la forma de analizar la realidad, algo que cuando se utiliza sin medida los aleja de la realidad con la que conviven y este error es el principal causante del analfabetismo político de no saber leer la coyuntura y la realidad, también hace sintomáticamente que estos se conviertan en la amenaza para la izquierda guatemalteca, claro, esto si no cambian esta forma de analizar su entorno; Harnecker lo explica mejor cuando dice "Por desgracia, también la falta de análisis concretos llevó a caer en mucho subjetivismo en el análisis de la correlación de fuerzas. Solía ocurrir que los dirigentes movidos por su pasión revolucionaria tendían a confundir los deseos con la realidad. No se hacía una valoración objetiva de la situación, se solía subestimar las posibilidades del enemigo, y, por otro lado, se sobrestimaban las posibilidades propias." Quiero concluir esta etapa refiriéndome a Clodomiro Almeyda cuando habla de los problemas y la situación de la izquierda en nuestros países "la izquierda se encuentran hoy en una evidente crisis, no sólo desde el punto de vista de las insuficiencias o carencias de proyectos y programas, sino también, y no en menor medida, en lo relativo a su naturaleza orgánica, relaciones con la sociedad civil, e identificación de sus actuales funciones y de las formas de llevarlas a cabo." Entonces reafirmo, que además, de la crisis institucional de la izquierda, estos grupos fomentan la incapacidad de atracción y de convocatoria, alejando a la juventud y a los grupos populares del proyecto; esto llama a la revisión de la estructura, hábitos, valores culturales que rompan con esta disfuncionalidad de la praxis política, Creo y no dudo en el carácter ideológico de estos grupos, pero refuto la forma en como éstos, legitiman un sistema que hay que romperlo, pensando que lo están rompiendo; hay muchas formas de hacerlo, siempre claros que la estrategia debe de ser integral, solo el grito en si, no lo hace consecuente con la lucha. Jorge Mario Huertas de la Torre jomahue2003@yahoo.com |
